Por estos días terminan -por fin- las correcciones de las maquetas de Trapalanda. Son 300 páginas de desborde, amor y caos. No me reconozco en ellas y eso es bueno. Ideé un anti-épico relato del fracaso y fracasé. Me siento encabronado y aliviado al mismo tiempo. Se revisa. Se imprime.
la página uno |
el lomo tentativo |
y en papel amarillo las correcciones |