selección de poemas en revista jámpster





La revista electrónica de literatura JÁMPSTER ha publicado una selección de textos de "Trapalanda" (2013) más algunos inéditos de "Ziggy Stardust en Chile". El agradecimiento es para Tito Manfred y Matías Fuentes, editores, por la amabilidad y consideración.

El link, aquí.

SELECCIÓN

De “Trapalanda” (2013)

-1-

Será el fósil de dios la postrera piedra
que dará forma de oro a la ciudad
antes de hundirse, como en un sueño,
bajo el augurio de mejores olas.

Los bosques del sur marcarán rumbos
que no seguiré
(el mapamundi de Orión y las Indias),
los navíos de la esperanza
cruzarán la abrupta geografía de mis
fantasmas.

De hueso y carne sangraré otro cielo,
aprendiendo que más allá
del último sur
un naufragio puede ser dios

o que un puñado de oro,
un hueso de ballena,
un mapa de Chile
o una ciudad que no existe

pueden también ser dios.


-2-

Y no es tan cursi el asombro del amor
cuando tienes treinta años
y el mundo entero por delante
               para aplastarte,
ni es tan sanguinaria la inasible hondura
nada sapien del pornógrafo poeta
que avergonzado roza unos muslos en el colectivo,
expuesto de bruces al jardín de los dieciocho.


-EPITAFIO-

Insepulto,
paleoindio
y meridional.

Aún lo que destruí lo destruí a medias.

Aún lo que amé lo amé a medias.




De “ZIGGY STARDUST EN CHILE” (2016)

TODAS ÍBAMOS A SER FREDDIE MERCURY (fragmentos)

nadie limpió el líquido amniótico, mamá entre sus brazos gemía, no lloré primero los planetas estallando signos, colgajos míos del cordón umbilical, los hijos que no tendré clamando adentro pavorosa canción:

-1-

Sarnosa perra es lo que fui,
me llamaban reina
porque reina era del confín humano y follador
y conocían mis jabonosas manos
el falón de dios.

Así parí la cordillera en los Andes,
las enormes planicies de Chile toda en cuatro,
dejándome abierta y boca abajo
para recibir la blancura sideral
                                 de nuevos mundos.

-2-

Por años me jacté de ser la más curiche,
deslenguada Yma Zumac
                 de lucero matinal y menguante,
la más regia entre las indias folladoras
del Pacífico al revés,
acobardada y tubércula al eje del mundo
como onanista ninfa.

Mi herencia fue de estiércol y lagañas,
postizas dentaduras
resarcidas con agua y poxipol
para morder con odio los garrotes de mamá
                 mientras su pulso menguaba.

La noche en Chile fue mi mentón destruido
contra el pavimento,
los colgajos de un cuerpo que se incendia
en el fondo del mar,
el pico de un perro penetrándome mientras
papá me muerde la boca y ríe.

Por eso ahora toda soy la Cruz del Sur.

                             Ahora toda soy glamour.


-3-

Reina y rey de Chile urdidos con amor a un
mismo cuerpo condenado al mar;
fui fugaz, fugaz fue la efigie de mi madre
amamantándome la ira,
cantándome las proezas del sur en himnos
famélicos e irreales.

Los légamos de América fueron mi útero,
los océanos de nothofagus
fueron de un paraíso el semen, inundando
mis ciudades y mis prados
como aludes óseos,
oscuras fotosíntesis de abril.

Los abortados del mundo fueron mis hijos,
asqueados mordieron mis pechos
hasta derramar de ellos lácteas corrientes,
presagios de galaxias como aludes
de sangre cardinal y mohosa.

Fui la nimiedad, el accidente, la peste.

La antropofagia de ser india me trizó completa.


DEL VIENTO SECO POR LA TARDE VIENEN…

Del viento seco por la tarde vienen
-como jirones de un milagro atroz
y en forma de cruz-
los recuerdos del amor y la juventud,
indivisibles como la lujuria del crepúsculo
que se hunde bajo la piel calipso
del Pacífico y la arena.

El vaho es frío,
fría la osamenta seca de mis muertos.

Alguien silba, alguien urde en mi voz
paisajes de lejanía:
montañas, arrecifes y ciudades.
Con miedo bautizo el cielo sobre mi,
los mudos lenguajes
de sus nubes, doliente plural vergüenza.

Por mis bocas muertas los monarcas
del solsticio hablan;
por mis huesos de fatal transparencia
Ozono irradia silencios y ecos,
mientras la frontera entre horror y poema
                                                                

                                                       se quiebra.

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